Por qué tu visión debe estar personalizada

 

¿Te has preguntado alguna vez en qué consiste la visión personalizada? No tiene nada que ver con el hecho de que cuando acudes a una óptica te hagan una graduación de la vista y te monten unas lentes con la prescripción necesaria para ver bien. Desde ese punto de vista, esas gafas que has comprado serían personalizadas, es decir graduadas para mejorar tu visión según el criterio del optometrista que te graduó.

Pero nada más lejos de la realidad. Es muy probable que en algún lugar exista otra persona con una graduación igual o similar a la tuya. Cuando esa persona encargue sus gafas en la óptica, recibirá la misma lente que tú, independientemente de la montura que haya elegido y de su forma de mirar. Este factor es de especial importancia cuando hablamos de lentes progresivas. Todos los proveedores que fabrican esas lentes, cuando crean sus geometrías no contemplan una lente aislada en el espacio, sino que tienen en cuenta el conjunto ojo-montura.

Aquí tienen gran importancia una serie de medidas como la distancia de tu ojo a la lente (distancia al vértice), el ángulo que tiene la montura respeto a los ojos en el sentido vertical (ángulo pantoscópico) y la forma en que tu montura “envuelve” a tu rostro (ángulo de Galbe) También resulta clave conocer el punto interno de tu ojo que no se mueve cuando este gira en todas las direcciones, y que varía según el tamaño de tu globo ocular (centro de rotación del ojo o eyecode)

Según lo que te acabo de explicar, cada fabricante toma un conjunto ojo-montura ideal, o estándar, según el cual los resultados de visión van a ser óptimos. Es decir, consideran una montura ideal colocada en un paciente ideal con unas medidas estándar según las cuales se va a producir un resultado óptimo de visión. Pero ¿qué ocurre si la montura que has elegido te queda más cerca o más lejos del ojo que la montura “ideal”? ¿Qué ocurre si tu gafa subtiende un ángulo mayor o menor con la vertical? ¿Y si envuelve más tu rostro que la montura ideal? ¿Que pasaría si el centro de rotación de tu ojo se aleja también de esas medidas estándar?

¿Has escuchado alguna vez a alguien decir: “me cuesta mucho adaptarme a mis nuevas lentes progresivas” o “no consigo ver con nitidez porque no encuentro el enfoque con mis gafas” o simplemente “no me he podido adaptar. Las lentes progresivas no funcionan”? Estos comentarios vienen motivados en su mayoría por una inadaptación debido a medidas especiales tanto de las monturas como de cómo quedan en el rostro de cada persona. Normalmente suelen ser casos que se alejan de esas “medidas estándar” ideadas por el fabricante y el resultado es una adaptación más dificultosa e incluso un fracaso con la misma.

 

La solución para este problema la ofrece la visión personalizada. En Óptica Pardo, como centro Varilux Especialista (sólo el 10% de las ópticas en España tienen esta consideración) utilizamos la tecnología Vissioffice 2, que permite personalizar tu visión en varios niveles. El primero, en cuanto a la montura, mide todos los datos relativos a la misma y a cómo queda en tu rostro. Así, obtenemos la distancia al vértice, el ángulo pantoscópico, el ángulo de Galbe, el centro de rotación del ojo (eyecode) y muchos más datos que acompañarán a la prescripción óptica en el momento de la fabricación final de las lentes progresivas por parte del fabricante.

 

En un segundo nivel de personalización, detectamos tu comportamiento visual. Sabemos que nuestros ojos no actúan de la misma forma durante el proceso visual. Tenemos un ojo dominante motor, que lleva la máxima responsabilidad durante la fijación, y el otro ojo, simplemente le sigue. Es importante conocer cual es nuestro ojo dominante motor, porque nos permitirá personalizar la lente progresiva para optimizar tu experiencia visual. Por supuesto que el comportamiento visual cuando leemos de cerca difiere mucho según cada caso. Unas personas se acercarán más el texto, o lo leerán con un ángulo determinado, moverán más la cabeza o los ojos cuando lean, según cada caso. Para identificar ese patrón personal y diferenciador que constituye una verdadera “huella visual” utilizamos la prueba del CVC (Comportamiento visual de cerca)

Para realizar el CVC, el paciente mantiene a su distancia de lectura una tableta mientras lleva puestas sus gafas nuevas, con un detector de movimientos que se comunica con el Vissioffice 2. La persona solo debe colocar el texto como lo hace habitualmente y seguir con la vista un punto azul que se desplaza por la pantalla, simulando el proceso natural de fijación en cerca. Cuando finaliza la prueba, obtenemos un código único que debemos enviar al fabricante junto con los datos de personalización anteriores, para obtener unas lentes hechas a medida.

En definitiva, el proceso de la visión personalizada facilita una adaptación más rápida y sencilla a tus nuevas lentes progresivas. Mejora la rapidez y precisión del enfoqueaumenta el campo visual útil de cada lente y elimina el efecto balanceo tan incómodo que tienen la mayoría de las lentes progresivas cuando miramos al suelo y las escaleras. La superficie ópticamente aprovechable de la lente es mucho mayor en una lente personalizada, tanto progresiva como monofocal (de una sola distancia)

Si quieres más información sobre la visión personalizada, mándanos una consulta y te responderemos con mucho gusto.